Profeta
y Fundador del Islamismo
Muhammad,
Mohammed o Mahomet, se conocen muy pocos datos seguros, nos ha llegado envuelta
en la leyenda. Su nombre primitivo fue probablemente Ahmad; nació en una
familia pobre de la noble tribu de Quraish, La Meca, alrededor del 570/571, se
encuentra en la región de Hiyaz en la actual Arabia Saudí.
La
costumbre de los más honorables de la tribu de Quraysh era enviar a sus hijos
con niñeras beduinas con el propósito de que crecieran libres y saludables en
el desierto, para poder también robustecerse.
El primer
milagro que se narra sobre Mahoma en la compilación de los dichos y las
acciones es que el Arcángel Gabriel descendió y abrió su pecho para sacar su
corazón. Extrajo un coágulo negro de éste y dijo «Esta era la parte por donde
Satán podría seducirte». Los niños y compañeros de juego con los que se
encontraba corrieron hacia su nodriza y dijeron: «Mahoma ha sido asesinado»;
todos se dirigieron a él pero al principio solo le creyó su mujer y un grupo de
amigos pero más tarde formó una comunidad islámica.
Se
quedó huérfano a temprana edad y, debido a una costumbre árabe que dice que los
hijos menores no pueden recibir la herencia de sus progenitores, no recibió ni
la de su padre ni la de su madre. Se dice que ella murió cuando él tenía seis
años, por lo que fue acogido y educado su tío paterno Abu Talib, un líder de la
tribu Quraysh, la más poderosa de La Meca.
Una
viuda llamada Jadiya, le contrató para administrar sus asuntos. Impresionada
por su honestidad e inteligencia, le propuso matrimonio. La tradición afirma
que Mahoma tenía 25 años cuando desposó a Jadiya, y que mientras vivió no
volvió a contraer nupcias. Tras la muerte de Jadiya mantuvo relaciones con
muchas otras, la más conocida de las cuales es quizá la joven Aisha.
Se dice
que Mahoma tenía 40 años cuando sufrió su primera experiencia profética. Obras
de autores de los primeros siglos después de la muerte de Mahoma describen
estas "experiencias" como ataques epilépticos. Sin embargo, ni
siquiera en las propias fuentes islámicas la "experiencia de la cueva de
Hira" es descrita del mismo modo, pero una de las tradiciones más
difundidas sostiene que tuvo lugar cuando se había retirado a una cueva del
monte Hira, en las afueras de La Meca. Allí tuvo una visión del arcángel
Gabriel, arcángel hasta ese momento solamente conocido en el mundo árabe por
las menciones hechas sobre su ministerio revelador en las escrituras bíblicas
del Nuevo y Antiguos Testamentos bíblicos, los que para la fecha ya tenían
cientos y hasta miles de años de circulación. La visita de Gabriel fue seguida
por una experiencia de gran dolor y tensión, hasta el punto que pensó que iba a
morir. Autores como el Dr. K. Boa alegan que durante tal experiencia el profeta
tenía "convulsiones violentas en las cuales expulsaba espuma por la boca y
se revolvía de manera frenética y desesperada. Mahoma no estaba seguro de si
estas "revelaciones" provenían de la divinidad o de fuerzas
demoníacas. Mahoma compartió su temor con su esposa (la cual adoraba varios
dioses) y su esposa le aconsejó poner atención al mensaje de las revelaciones y
a someterse a ellas."
Boa
continúa diciéndonos: "Según la esposa de Mahoma las revelaciones debieron
haber sido dadas a Mahoma de parte del ángel Gabriel. Mahoma puso atención a su
esposa y decidió recitar todo el contenido de sus revelaciones mientras que
varios de sus amigos las escribían. Estas revelaciones proporcionadas durante
tales convulsiones son las que hoy se llaman Corán (Qur'an, o
Recitaciones)."
"Cuando
el ángel le ordenó "predica" (iqra), se sintió incapaz de hacerlo y
no supo qué decir. El dictado que recibió le imponía repetir la sentencia que
hoy es el comienzo del capítulo 96 del Corán. En la versión de Juan Vernet se
lee: "¡Predica en el nombre de tu Señor, el que te ha creado! Ha creado al
hombre de un coágulo, no de la tierra como hasta el momento sostenía el relato
de la creación contenido en el Génesis bíblico. ¡Predica! Tu Señor es el
Dadivoso que te ha enseñado a escribir con el cálamo: ha enseñado al hombre lo
que no sabía." Autores biográficos de Mahoma recalcan que no se sabe de
ninguna escritura escrita por el mimos Profeta, y sugieren que es posible que
Mahoma no supiera escribir. Tras un breve periodo durante el cual no recibió
ninguna otra revelación, éstas "experiencias" se reiniciaron y
continuaron hasta el final de sus días.
Mahoma
consiguió sus primeros adeptos entre las masas urbanas más pobres, al tiempo
que se enemistaba con los ricos. Cuando sus seguidores se hicieron numerosos,
las autoridades empezaron a verle como una amenaza contra el orden establecido;
se le acusó de impostor y comenzaron las persecuciones. Una parte de sus
seguidores huyeron a Abisinia. Pero las amenazas a la seguridad de Mahoma
llegaron hasta tal punto que, después de la muerte de Jadicha, su esposa y su
primera discípula, y de Abú Talib, su tío, en el 619, decidió huir a Medina el
16 de julio del año 622. Se considera el momento de esa huida como fecha
fundacional de la era islámica.
En 620,
Mahoma hizo un viaje en una noche que es conocido como Isra y Miraj. Isra es la
palabra en árabe que se refiere a un viaje milagroso desde La Meca a Jerusalén;
y Miraj, su ascensión al cielo, donde recorrió los siete cielos y se comunicó
con profetas que le precedieron, como Abraham, Moisés o Jesús.
Significado
histórico de Mahoma
Antes
de su muerte en 632, Mahoma había establecido al islam como una fuerza social,
política y religiosa y había unificado a Arabia. Algunas décadas después de su
muerte, sus sucesores conquistaron Persia, Egipto, Palestina, Siria, Armenia y
gran parte del norte de África, y cercaron dos veces Constantinopla, aunque no
pudieron hacerse con ella, lo que les impidió avanzar hacia la Europa del Este.
Entre
711 y 716 comienza una presencia árabe de casi ocho siglos en la Península
Ibérica, y en 732, cien años después de la muerte de Mahoma, el avance árabe en
la Europa Occidental es detenido a las puertas de Francia en la batalla de
Poitiers.
Bajo
los gaznavíes, el islam se extendió en el siglo X a los principales Estados
hindúes al este del río Indo, en lo que es actualmente el norte de la India. La
expansión del islam continuó pacíficamente por diversas regiones del África y
del sudeste de Asia. El islam cuenta actualmente con más de mil millones de
seguidores, siendo la segunda mayor religión del mundo, después del
cristianismo.